Seguimos luchando
Finalmente el Congreso argentino aprobó el matrimonio sodomita y antinatural.
Las multitudinarias marchas en contra de dicha ley, y la voluntad de la gran mayoría del pueblo no contó para nada. Los legisladores hicieron lo que el lobby homosexual y las usinas ideológicas del gramscismo disolvente querían.
¿Ahora que hacer?
En primer lugar preparar el lomo para el castigo de Dios, que seguramente vendrá.
En segundo lugar, continuar con la lucha. Pero no solo resistiendo la tiranía y dando testimonio de fidelidad, sino pasando al ataque.
Hay que rebelarse contra las leyes inicuas, hay que denunciar la destrucción de todo aquello que se llamó Argentina, hay que plantear la desobediencia civil y las objeciones de conciencia. Pero sobretodo hay que darse cuenta de que en algo estamos fallando.
Esto nos pasa por que desde hace ya muchísimo tiempo los nacionalistas y los católicos no hacemos política.
De nada sirve editar revistas que solo leen los camaradas, dar charlas a las que asisten solo los amigos, o ir a misa en alguna capillita en la que se entonan bellos cantos en latín. Nada de eso sirve si no luchamos por tener poder político, si no accedemos al menos a parcelas del aparato estatal.
Sobre esto Fuerza Patriótica ya se expidió; y no nos es grato insistir al respecto, por que sabemos que esta postura fastidia a buenos camaradas que hacen esfuerzos ponderables con otra metodología. Sin embargo creemos que el hecho de que no exista un solo legislador nacionalista capaz defender nuestra postura en el ámbito en donde realmente se decide el destino del país, debe movernos a la reflexión.
La democracia liberal es inicua, la soberanía popular no puede derogar el derecho natural, los partidos son mafias que no representan verdaderamente, el sistema en su conjunto es nuestro enemigo; eso ya lo sabemos; pero las reglas de juego y la cancha no la ponemos nosotros y en tanto no podamos patear el tablero no nos queda otra que jugar.
Si seguimos con el nacionalismo meramente testimonial dentro de poco ya no habrá ni lectores para nuestras buenas revista, ni asistentes a nuestras brillantes conferencias y sobre todo ya no habrá una Patria.
En este marco, Fuerza Patriótica reitera lo que dejo bien en claro desde un principio: que de acceder a cualquier porción del poder bregara para modificar nuestra Constitución Nacional y derogar todas las leyes inicuas y anticristianas; hasta tanto seguimos luchando.
Santiago del Estero, 15 de Julio del 2010
PARTIDO FUERZA PATRIOTICA
(Junta Ejecutiva)
Finalmente el Congreso argentino aprobó el matrimonio sodomita y antinatural.
Las multitudinarias marchas en contra de dicha ley, y la voluntad de la gran mayoría del pueblo no contó para nada. Los legisladores hicieron lo que el lobby homosexual y las usinas ideológicas del gramscismo disolvente querían.
¿Ahora que hacer?
En primer lugar preparar el lomo para el castigo de Dios, que seguramente vendrá.
En segundo lugar, continuar con la lucha. Pero no solo resistiendo la tiranía y dando testimonio de fidelidad, sino pasando al ataque.
Hay que rebelarse contra las leyes inicuas, hay que denunciar la destrucción de todo aquello que se llamó Argentina, hay que plantear la desobediencia civil y las objeciones de conciencia. Pero sobretodo hay que darse cuenta de que en algo estamos fallando.
Esto nos pasa por que desde hace ya muchísimo tiempo los nacionalistas y los católicos no hacemos política.
De nada sirve editar revistas que solo leen los camaradas, dar charlas a las que asisten solo los amigos, o ir a misa en alguna capillita en la que se entonan bellos cantos en latín. Nada de eso sirve si no luchamos por tener poder político, si no accedemos al menos a parcelas del aparato estatal.
Sobre esto Fuerza Patriótica ya se expidió; y no nos es grato insistir al respecto, por que sabemos que esta postura fastidia a buenos camaradas que hacen esfuerzos ponderables con otra metodología. Sin embargo creemos que el hecho de que no exista un solo legislador nacionalista capaz defender nuestra postura en el ámbito en donde realmente se decide el destino del país, debe movernos a la reflexión.
La democracia liberal es inicua, la soberanía popular no puede derogar el derecho natural, los partidos son mafias que no representan verdaderamente, el sistema en su conjunto es nuestro enemigo; eso ya lo sabemos; pero las reglas de juego y la cancha no la ponemos nosotros y en tanto no podamos patear el tablero no nos queda otra que jugar.
Si seguimos con el nacionalismo meramente testimonial dentro de poco ya no habrá ni lectores para nuestras buenas revista, ni asistentes a nuestras brillantes conferencias y sobre todo ya no habrá una Patria.
En este marco, Fuerza Patriótica reitera lo que dejo bien en claro desde un principio: que de acceder a cualquier porción del poder bregara para modificar nuestra Constitución Nacional y derogar todas las leyes inicuas y anticristianas; hasta tanto seguimos luchando.
Santiago del Estero, 15 de Julio del 2010
PARTIDO FUERZA PATRIOTICA
(Junta Ejecutiva)
No hay comentarios:
Publicar un comentario