miércoles, 20 de abril de 2011

Para recordar en estas Pascuas


"EL NACIONALISMO ES SERVICIO"


Estimados camaradas:

En la proximidad de celebrar la muerte y resurrección del único Rey de Reyes, que es Cristo, Hijo de Dios, Cordero de Salvación, y Sangre Divina derramada para el perdón de nuestros pecados; los invito a participar de los festejos de esta Semana Santa, y del Triduo Pascual; reflexionando sobre lo que Cristo es para mi y que quiere de mí.

Quiero contarles que recientemente estuve en un retiro ignaciano y recogí muchos frutos, pero lo mas sorprendente de todo fue que recordé que Dios nos habla a todos, pero de una manera particular. Es como una brisa suave que entra en tu corazón, que te toca y te dice: Yo no te deje, a pesar de que muchas veces nosotros lo dejamos a El; con nuestros pecados, nuestras miserias y con nuestros defectos espirituales; esos mismos que el Todopoderoso desea que carguemos en nuestra cruz.

Ahora bien, que es Cristo para mi? Un modelo a seguir? Una figura excepcional que dio hasta su propia vida por nosotros? Un hombre justo? O es algo mas?

He descubierto que Cristo es todo lo anterior pero mucho mas; es el mismo Dios que sirve y que nos llama a servir.

Entonces ese “servir”, ese apostolado que debemos cumplir en la Ley de Dios (no en la del individualismo con que el liberalismo hoy nos seduce; ni la del resentimiento con que el marxismo exhorta a las sociedades modernas) se nos debe clavar en nuestro corazón; de la misma manera que Cristo recibió esos clavos, mas allá del dolor terriblemente humano y de la paz divina que solo El posee, como un servicio para la mayor gloria de Dios.

Por lo tanto camaradas, “servir a Dios, a la Patria, y a la Familia, es la misión que debe repensar permanentemente todo autentico nacionalista; especialmente ahora, en esta Semana Santa. Debemos descubrir que el nacionalismo es “servir”, y que ese servicio para que de frutos debe ser hecho con verdadero amor a los preceptos de nuestra doctrina.

Hagamos entonces que el Nacionalismo no sea solo palabras, sino un servicio de amor y comprendamos que no podemos servir si entre nosotros aun hay diferencias, si hay divisiones que no deberían haber entre buenos cristianos. Por Dios y por la Patria debemos unirnos.

Humillémonos, seamos humildes, recordemos que para Dios el humilde, el insignificante, es el que mas vale y es el que vera la salvación.

Por ultimo, les deseo a todos que en esta Semana Santa, nos unamos en oraciones para que Dios nos libre de todas nuestras diferencias, para que sepamos seguirlo y servirlo, para el bien de nuestra nación y el futuro de nuestro pueblo.

FELICES PASCUAS!!

DIOS-PATRIA-HOGAR

Enrique F. Marañon

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