Noticias Globales fue uno de los primeros boletines
telemáticos distribuidos a través del correo electrónico. Nacido en 1998, en
sus 11 años de vida se ha ido consolidando como una de las fuentes claves y
fiables para comprender temas relacionados con los ataques a la familia y a la
vida; sobre el homosexualismo, el ecologismo, la teología de liberación, las
políticas de reducción de la natalidad y todo ese proceso internacional para la
instauración de un nuevo orden mundial a través de una nueva ética.
Entrevistamos al doctor Juan Claudio Sanahuja, sacerdote y estudioso de todos
estos temas. Buenos Aires, Argentina, 3 de julio de 2009.
---Jorge Enrique
Mújica: Hoy conocemos a un servicio consolidado como una de las mejores fuentes
en temas vinculados a tantos puntos de actualidad. ¿Cómo nació Noticias
Globales y cuáles siguen siendo sus objetivos prioritarios?
--Juan Claudio Sanahuja:
Noticias Globales nació porque comprobamos que una de las causas más
importantes del auge de la cultura de la muerte era la falta de información
detallada. Me explico mejor. En 1992, el Cardenal Alfonso López Trujillo, en el
marco de un congreso de movimientos pro-vida que se realizó en Monterrey
(México), nos convocó a un grupo no muy numeroso de sacerdotes y obispos que
trabajábamos desde hacía años en los temas relacionados con la defensa de la
vida humana, para transmitirnos que debíamos hacer lo posible para introducir
la agenda pro vida en las estructuras pastorales de la Iglesia. Después
llegaron otras reuniones internacionales, tanto de movimientos pro vida como de
políticos y legisladores, orientadas fundamentalmente a informar, promovidas también
por el Cardenal López Trujillo, en las que personalmente comprobé la
preocupación del Cardenal.
Los invitados a esas reuniones -todos muy bien
intencionados- no conocían, por ejemplo, los documentos internacionales
originales y tampoco conocían su proceso de gestación; ignoraban los alcances
jurídicos del programa de acción de las conferencias internacionales; ignoraban
la jerarquía de normas internacionales; confundían una reunión de la Asamblea General
con la de un comité o una agencia de la
ONU ; no creían que las conclusiones de las reuniones
internacionales pudieran afectar a la legislación de sus países. Ingenuamente
caían en alianzas estratégicas con agencias de la ONU , como la OMS , UNICEF o el Programa para
el Desarrollo de Naciones Unidas; aceptaban ayudas de las ONG’s abortistas,
etc.
En temas más específicos como por ejemplo “salud
reproductiva”, no veían que ese término era un eufemismo de la palabra aborto…
y así siguiendo. ¡Cuánto costó! Aún sigue dándonos trabajo otro punto en el que
debemos seguir insistiendo: mostrar la incompatibilidad de la llamada
perspectiva de género con la antropología cristiana.
Por eso, años después, el Cardenal López Trujillo ideó el
Lexicon, publicación del Pontificio Consejo para la Familia , para aclarar los
términos confusos y ambiguos usados en el lenguaje de los documentos
internacionales. Cabe recordar que Benedicto XVI, en la homilía del funeral del
Cardenal, citó al Lexicon explícitamente, como una importante obra de servicio
a la Iglesia.
Noticias Globales, nació en 1998, con esa intención:
informar detalladamente. Y nuestro objetivo prioritario sigue siendo el mismo:
informar. Informar es también alertar, ayudar a pensar y ayudar a reaccionar,
para que cualquier persona que analice la realidad pueda encontrar los rastros
de la cultura de la muerte en su entorno.
Contra la opinión de muchos, desde el principio comenzamos a
nombrar a instituciones y a personas, porque la información tiene que huir de
la vaguedad. La cultura de la muerte tiene usinas y a éstas las conforman
personas con nombres y apellidos, y esas personas tienen un historial. Todo eso
hay que conocerlo y darlo a conocer.
Tratamos de evitar expresamente la postura peligrosísima de
aquellos que, a pesar de todas las evidencias, se empeñan en buscar puntos de
contacto y de diálogo con posiciones que son irreconciliables entre las
distintas manifestaciones de la cultura de la muerte y la doctrina católica o
la misma ley natural.
Sigue vigente todo lo que decíamos, en 1999, en la introducción
a la página de Noticias Globales .
---Jorge Enrique
Mújica: Cuando finalizaron los grandes conflictos bélicos mundiales del siglo
pasado, el mundo estaba ansioso de un cambio: pasar de un caos producido por el
odio, la guerra y la muerte a uno de fraternidad, vida y paz. Los beneficios
económicos de la globalización empezaban a ensanchar algunas carteras así que
aprovechándose de la buena disposición, algunos grupos vieron la posibilidad de
instaurar un nuevo orden mundial donde todo girara en torno a sus intereses
aunque haciendo ver todas las “mejoras” como aparentes beneficios para la
humanidad. Había que empezar por algún lado así que el plan de partida fue
construir una nueva ética mundial, en relación con las normas y los valores,
que fomentase una nueva visión del mundo que a ellos les favoreciesen.
Infiltrados en la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) comenzaron a
promover su ideología organizando una serie de conferencias de carácter
planetario donde se abordaban puntos neurálgicos que les ayudasen a producir
ese cambio: la educación (Jomtien, 1990), la infancia (Nueva York, 1990), el
medio ambiente (Río de Janeiro, 1992), los derechos humanos (Viena, 1993), la
población (El Cairo, 1994), el desarrollo social (Copenhagen, 1995), la mujer
(Beijing, 1995), el hábitat (Estambul, 1996) y la seguridad alimenticia (Roma,
1996). Toda esa serie de conferencias no logró de una vez su cometido, aunque
sí sembró la semilla necesaria para hacer surgir crédulos adeptos y ver nacer
nuevas organizaciones focalizadas en la lucha por la implantación y aplicación
de la nueva ideología. Sabían de dónde partir (imponer una nueva ética mundial)
y a dónde querían llegar (a un nuevo orden mundial), pero el medio, las
conferencias, no les había dado los frutos esperados, así que el paso más
importante fue encontrar otra hoja ruta, otro instrumento: la carta de la
tierra. ¿Qué es esa carta y en qué consiste?
--Juan Claudio
Sanahuja: Más que hablar de la
Carta de la
Tierra , yo prefiero hablar de los nuevos paradigmas éticos o
nueva religión universal: un credo sin principios inmutables, en el que se ha
abolido la trascendencia de la persona humana, del que la Carta de la Tierra es sólo una
manifestación.
Pienso que el origen está en el llamado Informe Kissinger
(1974), cuando se establece como objetivo político de los Estados Unidos que se
deben cambiar los preceptos religiosos y culturales de los pueblos, que son los
que hacen inviables las políticas de control de natalidad.
Las llamadas grandes conferencias internacionales de los
años 90, organizadas por las Naciones Unidas, fueron el modo de poner en
práctica el Informe Kissinger. En ellas se planifica el nuevo proyecto de poder
global, un proyecto de poder totalitario. Como proyecto totalitario intenta dar
una respuesta única y universal a todas las cuestiones que se puedan plantear
los seres humanos en cualquier situación en la que se encuentren, cualquiera
sea el lugar dónde estén. Entonces, por definición, este proyecto necesita
colonizar la inteligencia y el espíritu de todos y cada uno de los habitantes
del planeta.
En los mismos textos de esas conferencias se habla de
“reingeniería social”, para construir una nueva sociedad sobre bases totalmente
distintas a las que conocemos, tratando de contrarrestar y anular lenta y
discretamente toda visión trascendente del hombre, para sustituirla por un
nuevo sistema de valores. Por eso, yo la llamo “reingeniería social
anticristiana”.
Con la Carta
de la Tierra
se pretende sustituir los Diez mandamientos, lo han declarado ellos mismos. Se
endiosa a Gaia, la “madre tierra”. Se reduce a un mismo nivel a todas las
creaturas, la persona humana se equipara a los individuos de las otras
especies: recordemos que existe un proyecto -el proyecto Gran Simio- que
pretende declarar los derechos “humanos” de algunas especies de monos (gorilas,
chimpancés, bonobos, etc.). Es más, en algunos casos se llega a hablar de la
persona humana como parásito de la naturaleza. Por supuesto que desaparecen la
noción de creación y la noción de trascendencia de la persona.
Hay proyectos menos “groseros” que la Carta de la Tierra , aunque en todos
ellos está presente el ecologismo como ideología. Por ejemplo, la Ética
Planetaria de Hans Küng y, en general, todos los que imponen la idea de una
moralidad autónoma, por la que el ser humano construye su propio código moral
sin sujetarse a ninguna norma inmutable, universalmente válida para todos los
hombres. Se elimina así la noción de ley natural y de ley divino positiva. La New Age presta un gran
servicio a estas corrientes.
---Jorge Enrique
Mújica: Uno de los puntos a favor que se han ganado los promotores del nuevo
orden mundial es la confusión generada y la aceptación pasiva de gran parte de
la humanidad. Muchos se preguntan: “¿qué hay de malo en que se declaren “nuevos
derechos” para el hombre?”, en todo caso sería más un beneficio con el cual nos
veríamos favorecidos.
--Juan Claudio
Sanahuja: Justamente, uno de los “nuevos paradigmas éticos” a los que me
refería antes, es el “nuevo paradigma de los derechos humanos”, según el cual
los derechos humanos están en continua evolución. Los que crean los “nuevos
derechos” son los Comités del Sistema de Derechos Humanos de la ONU.
Los “nuevos derechos” están en contradicción con la
naturaleza humana. No sólo el supuesto derecho al aborto, que le da a la mujer
la potestad de matar nada menos que a su propio hijo, sino también, por
ejemplo, el falso derecho a la “identidad de género autopercibida”, por el cual
ya no se nace varón o mujer, sino que cada uno “construye” su propia
sexualidad, dando pie de esa forma a la aceptación social y jurídica de todo
tipo de aberraciones. Así, la ONU
hablará del “nuevo paradigma de familia”, para justificar el mal llamado
“matrimonio” entre personas del mismo sexo.
---Jorge Enrique
Mújica: En la edición quincenal de La Civiltá Cattolica
(cf. 16 de mayo de 2009, cuaderno 3814), los padres jesuitas reproducen el
texto de la
Comisión Teológica Internacional titulado “En busca de una
ética universal: nueva mirada sobre la ley natural”, ahora también disponible
en la página web del Vaticano. En buena medida es como un vademécum sobre la
visión católica –y respuesta– a todo ese programa de reingeniería social que
usted ha denunciado en múltiples ocasiones. ¿La ley natural ha dejado de ser
válida para fundar la ética universal? Tal parece que ahora hay una tendencia a
separar el orden ético del económico, jurídico y político.
--Juan Claudio
Sanahuja: Se trata del último documento de la Comisión Teológica
Internacional, que responde a la constante prédica de Juan Pablo II y Benedicto
XVI llamándonos a redescubrir la ley natural.
Juan Pablo II nos dijo, hablando justamente de la cultura de
la vida: “Para la eficacia del testimonio cristiano, especialmente en estos
campos delicados y controvertidos, es importante hacer un gran esfuerzo para
explicar adecuadamente los motivos de las posiciones de la Iglesia , subrayando sobre
todo que no se trata de imponer a los no creyentes una perspectiva de fe, sino
de interpretar y defender los valores radicados en la naturaleza misma del ser
humano”.
Benedicto XVI tiene muchas intervenciones en este sentido.
Una de ellas, quizás la más sencilla para el común de las personas, es la
enunciación de los “principios no negociables”: la defensa de la vida humana
desde la concepción hasta su muerte natural; el matrimonio como la unión de un
hombre con una mujer y el derecho de los padres a la educación de sus hijos.
Estos principios el Papa los enuncia para guiarnos en el testimonio público y
en la acción social y política. El mismo lo dice: “son las pautas que nunca se
podrán derogar ni dejar a merced de consensos partidistas en la configuración
cristiana de la sociedad”.
Tengo la impresión de que a nivel de toda la Iglesia , hace falta una
catequesis muchísimo más profunda, sobre los principios no negociables, por
parte de la jerarquía católica.
---Jorge Enrique
Mújica: En los últimos años hemos visto como algunas religiones se van
alineando a las directrices emanadas de Conferencias Mundiales organizadas por la ONU. De hecho, en 1993 el
“parlamento de las religiones” (en el que no está la Iglesia católica) hizo
pública la “Declaración por una ética planetaria”. En ella afirmaba que existe
ya un consenso para fundar una ética planetaria. ¿Qué sentido tiene entonces la Declaración de los
Derechos Humanos? ¿Por qué la
Iglesia católica no suscribió la declaración del parlamento
de las religiones? ¿Se puede hablar de un manejo de las religiones por parte de
la ONU ?
--Juan Claudio
Sanahuja: Entre las conferencias del Milenio (ONU, New York, 2000), tuvo
lugar la Conferencia
de líderes religiosos, organizada por el Secretario General de la ONU y la United Religion
Iniciative (URI) de Ted Turner. En el documento final, que la Santa Sede no firmó ya
que se opone a la esencia del cristianismo, esos líderes se comprometieron a no
enseñar verdades dogmáticas -principios inmutables-, a relativizar su lenguaje
y a no hacer proselitismo. Para darnos una idea, la URI considera el proselitismo
cristiano como una forma de dominación colonialista.
Un acontecimiento más reciente fue la reunión de 2004, en
Ámsterdam, organizada por el gobierno holandés y el Fondo para la Población de las
Naciones Unidas, en preparación para El Cairo+10, que versó sobre “derechos
sexuales y reproductivos, cultura y religión”. Una de sus conclusiones,
calificada de vital en el documento final, fue la de invertir recursos humanos
y económicos para “‘convencer’ a los líderes religiosos de democratizar su
discurso en materia de derechos sexuales y de derechos reproductivos”.
Se trata de imponer una nueva ética o una religión universal
que se asiente, por un lado, en el relativismo y, por otro lado, en la
idolatría de la ley positiva, la ley civil, fruto de consensos parlamentarios o
políticos que van cambiando con el tiempo al servicio de los intereses de
quienes detentan el poder. Ya a finales de los años 80 y principios de los 90 la UNESCO comenzó a impulsar
una ética universal de valores relativos.
El binomio relativismo-positivismo jurídico es una clarísima
manifestación de “la alianza de la democracia con el relativismo ético (…) que
quita a la convivencia civil cualquier punto seguro de referencia moral,
despojándola más radicalmente del reconocimiento de la verdad”, como nos
advirtió Juan Pablo II. Esta alianza “se convierte con facilidad en un
totalitarismo visible o encubierto”.
En el caso específico de lo religioso, el relativismo,
además de combatir toda verdad inmutable, fomenta el sincretismo (la mezcla de
distintas tradiciones religiosas). Otra variante del relativismo en este campo
es el igualitarismo entre las religiones, que dice: “no importa en lo que se
crea, lo importante es creer en algo”.
El Cardenal Ratzinger respondió a esto: “Cristo es
totalmente diferente a todos los fundadores de otras religiones, y no puede ser
reducido a un Buda, o a un Sócrates, o a un Confucio. Es realmente el puente
entre el cielo y la tierra, la luz de la verdad que se nos ha aparecido”. Sobre
todo, recordemos que al tiempo que se daba la Conferencia de líderes
religiosos de la ONU ,
el 5 de septiembre de 2000, la
Congregación para la Doctrina de la Fe presentó la declaración Dominus Iesus sobre la
unicidad y la universalidad salvífica de Jesucristo y de la Iglesia. La relación
de la declaración con la avalancha de los nuevos paradigmas éticos y sobre todo
con la imposición del sincretismo y del indiferentismo religioso está más que
clara.
Todas las grandes reuniones de Naciones Unidas van
acompañadas de foros o reuniones menores de “líderes religiosos”. Allí han
tenido su origen organismos permanentes como el Global Faith-Based Organization
Forum, que depende de la organización Religiones para la Paz (Religions for Peace),
cuyo presidente emérito, ahora moderador internacional, es el príncipe El
Hassan bin Talal de Jordania, que fuera presidente del Club de Roma y es
miembro de la
Iniciativa Carta de la Tierra.
Religiones para la
Paz apoyó en la
ONU la creación de la nueva religión universal para “una
nueva era, era dorada de armonía y prosperidad, de paz y justicia”. El texto
mezcla pasajes bíblicos del Profeta Isaías, las Profecías de Zoroastro, las
Promesas del Corán, la
Visión Sikh , la Doctrina Jain , y las teorías de Confucio, del
Budismo, el Taoísmo; el Bhagavad-Gita, el sintoísmo, las escrituras Bahá’í, y
la religión sioux: se trata de la consagración internacional del sincretismo
religioso.
---Jorge Enrique
Mújica: Uno de los temas que más abundan en relación a la así llamada “nueva
ética” son los derechos de la naturaleza o de la madre tierra. Cuando los
propulsores del nuevo orden mundial hablan de respeto a la naturaleza qué
quieren significar exactamente.
--Juan Claudio
Sanahuja: Antes que nada, digamos que hay un legítimo mensaje de
preocupación por la naturaleza en la doctrina católica que está expuesto por
Juan Pablo II, por ejemplo, en la encíclica Sollicitudo rei socialis.
Por otro lado, ya hemos visto que en el paradigma “de nueva
religión universal” se entrelazan el relativismo moral, con el sincretismo y el
indiferentismo religioso y el panteísmo.
En cuanto a la preocupación del “nuevo orden” por la
naturaleza, ésta es muy relativa, yo diría que es una fachada. En el fondo está
el propósito de los países centrales de conservar grandes reservas naturales
para alimentar sus opulentos patrones de consumo. Juan Pablo II advertía sobre
“la carrera desenfrenada al acaparamiento y a la explotación de los bienes de
la tierra por parte de unos pocos privilegiados que sienta las bases para otra
forma de guerra fría, entre el Norte y el Sur del planeta”.
Es decir, el poder político-económico de los países
centrales fomenta el ecologismo como un disfraz para sus intereses y se da la
paradoja de que, el neo-marxismo indigenista -por ejemplo de Leonardo Boff, Evo
Morales, Rafael Correa- le está haciendo el juego al capitalismo extremo al
cual ellos declaran que quieren combatir.
---Jorge Enrique
Mújica: En todo este tiempo estoy seguro que su trabajo habrá causado más de
alguna molestia al poner en evidencia a personas o grupos de poder…
--Juan Claudio
Sanahuja: Los problemas que hemos tenido nos confirman que la buena
información sólo molesta al tirano. Hay tiranos de todos los colores y en todos
los ámbitos.
Por citar dos extremos que nos han causado molestias, por un
lado, están los dialoguistas para los que el diálogo y el consenso, aún en
temas que no lo admiten -como los principios no negociables-, son valores
supremos. Y por otro lado, están quienes pretenden imponer la “normalidad” de
su estilo de vida antinatural, por ejemplo, los grupos de homosexuales.
Todos tienen en común la pretensión de imponer un
pensamiento único, políticamente correcto. Hasta ahora, gracias a Dios, hemos
tenido fortaleza para sobre llevar esas presiones, y esperamos que Dios nos la
siga concediendo.
---Jorge Enrique
Mújica: Si uno lee cualquiera de las noticias que usted elabora, es fácil
constatar lo bien preparadas que están. Sin embargo viene una pregunta que
podría parecer un poco fuerte: en estos once años de existencia, ¿puede decir
que algo ha cambiado para bien con su abnegada labor? ¿Cuáles cree que son los
mejores frutos de su trabajo en todo este tiempo?
--Juan Claudio
Sanahuja: Pienso que no somos nosotros los que tenemos que hacer balance.
Se que hemos influido para que en algunos medios cristianos se hayan comenzado
a nombrar instituciones y personas, tratando de dar una información más
concreta. Tengo conocimiento de muchas personas a las que los boletines de
Noticias Globales han alertado sobre algún tema y a raíz eso han comenzado a trabajar
en algún aspecto de la cultura de la vida. Más de una Conferencia Episcopal nos
ha pedido información sobre algún tema en particular, etc. Pero yo prefiero
dejar el balance en manos de Dios.
***
El padre Juan Claudio Sanahuja nació en Buenos Aires el 16
de septiembre de 1947. En 1968 terminó la licenciatura en Ciencias de la Información en la Universidad de
Navarra. Luego de cursar estudios de Teología en Roma, obtuvo el grado de
Doctor en Teología por la
Universidad de Navarra, en 1973. Se ordenó sacerdote en
Madrid, el 13 de agosto de 1972. Pertenece al clero de la Prelatura del Opus Dei.
Es profesor de Teología Moral Fundamental y Teología Moral de Sacramentos del
Studium Generale de la
Prelatura del Opus Dei en Argentina. Ha dictado también numerosos
cursos de Historia de la
Filosofía e Historia de la Teología.
Profesor de Historia de la Iglesia IV en el
Instituto de Ciencias Religiosas (San Luis, Argentina), desde 1980 se dedica a
cuestiones relacionadas con la vida humana y la familia. Es miembro
correspondiente de la
Pontificia Academia Pro-Vita, Vice-asesor del Consorcio de
Médicos Católicos de Buenos Aires y Asesor eclesiástico de la Fundación Nueva
Cristiandad.
Ha colaborado con asociaciones como AFAN (Asociación
Familias Numerosas), SAEMB Sociedad Argentina de Ética Médica y Biológica),
Mujeres por la Vida ,
etc.
Desde 1998 es editor del boletín Noticias Globales, sobre
temas que se relacionan con la defensa y promoción de la vida humana a nivel
internacional y, desde el año 2001, editor de Notivida, boletín de noticias
relacionadas con Argentina.
Ha dictado numerosas conferencias y cursos relacionados con
la promoción de la vida humana y la familia en Argentina (San Luis, Corrientes,
Paso de los Libres, San Juan, Bariloche, Salta, Tucumán, Mendoza, Catamarca) y
en el extranjero (Brasil, Paraguay, España, Ecuador, Uruguay, Chile, México).
Colaboró en diversas iniciativas del Pontificio Consejo para
la Familia. Ha
publicado, entre otros:
a) “El Gran Desafío, la Cultura de la Vida contra la Cultura de la Muerte ”, (Ed. Serviam, 1995, Buenos Aires), con
prólogo del Cardenal Alfonso López Trujillo, Presidente del Pontificio Consejo
para la Familia.
Premio Faja de Honor P. Leonardo Castellani, de la Exposición del Libro
Católico de Buenos Aires (1996).
b) “El Desarrollo Sustentable. Nueva Ética Internacional”,
Ed. Vortice 2003, Buenos Aires, con presentación del Cardenal Alfonso López
Trujillo, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia. Premio
Faja de Honor P, Leonardo Castellani de la Exposición del Libro
Católico (2004).
Libros en colaboración:
a) “Universidad e Integración” en “América Latina: el factor
educativo en la integración”. Instituto de Cooperación Universitaria (ICU). Ed.
Japadre, L’Aquila (Italia), 1969.
b) “De El Cairo a Beijing pasando por Copenhague” en “La
mujer hoy, después de Pekín”, J.C. ediciones, Rosario, 1995.
c) “La
Cuestión Ecológica ” en Actas del 3er Congreso Latinoamericano
de Movimientos Pro-Vida, promovido por el Pontificio Consejo para la Familia , Imprenta Congreso
de la Nación ,
Buenos Aires, 1997.
d) Tuvo a su cargo, la publicación de las Actas del 3er
Congreso Latinoamericano de Movimientos Pro-Vida (Luján 1996), promovido por el
Pontificio Consejo para la
Familia , Imprenta Congreso de la Nación , 1997.
e) “El desarrollo sustentable como paradigma ético”, en
“Bioética: Un compromiso existencial y científico”. Universidad Católica San
Antonio, Murcia, 2005
f) “La
Familia y la vida en la legislación internacional actual”, en
“Soplo de Vida. Actas del 1er Congreso Nacional Pro Vida Ecuador 2007” , Guayaquil, 21 al 25 de
marzo 2007, Consejo Ecuatoriano de Laicos Católicos, Guayaquil
g) “La ideología de género y el proceso de reingeniería
social anticristiana”, en “Mujer y Varón. ¿Misterio o autoconstrucción?”. CEU,
Universidad Francisco de Vitoria y UCAM, Madrid 2008
Es autor de numerosos artículos sobre temas que hacen a la
promoción de la vida humana y la familia.
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